Ahora, sin saber porque, mi mente se ancla,
se detiene en cada detalle, hace que los días
siempre jueguen en contra de todo lo que deseo.
Es tan sencillo dejarse llevar por el sueño,
olvidando por un momento todo,
sucumbir, desatar la lengua,
rebuscar en las palabras como decir
“te siento tan cerca sin poder tocarte”