Y aquí queda escrito este pensamiento...
El de ser como el aire que te rodea al caminar,
acariciando tu cuerpo, entrando en ti,
alcanzar tu corazón y quedarme dentro,
en ese reino de latidos y sueños,
donde te escondes cada noche al cerrar mis ojos,
un reino de luna y deseos en tu piel desnuda,
que palpita, al abrir y cerrar las ventanas del alma.