Para bien o para mal yo no olvido.
No olvido lo que hace mi corazón,
harto de oírlo gruñir de rabia;
no olvido lo que hace tambalear mi cordura,
porque si la pierdo encuentro desesperación.
Yo no olvido todo el catálogo de mis sueños,
es el alimento de todo aquello que me gustaría ser:
y sobre todo no olvido por lo que lucho,
porque así veo de donde vengo y a donde voy.
Si evito el olvido obtengo mi alma y
esta testarudez sobre todo aquello que me define,
lo que nunca me deja claudicar,
lo que me empuja a dar un paso más.
No se si encontraré paz en mi existencia,
donde resguardarme de las tormentas.
Ese anhelo de sellarlo todo con besos,
en los buenos días entre abrazos,
arañando minutos a reloj.
No olvidar es la simple rutina
de envejecer día tras día,
hasta que la misma parca me reclame,
Para mi es importante no olvidar
así echo de menos todo lo que amo.