Seguimos caminos distintos,
pero un día miramos al cielo,
vemos las mismas estrellas,
Nos sentimos al lado.
En ese punto del recorrido
es en el que nuestras almas
encuentran sus latidos
y pueden llegar a hablar
Seguimos caminos distintos,
pero un día miramos al cielo,
vemos las mismas estrellas,
Nos sentimos al lado.
En ese punto del recorrido
es en el que nuestras almas
encuentran sus latidos
y pueden llegar a hablar
Te imaginas que todo estuviera a punto de desaparecer, que la certeza de un mañana se esfumará, que desapareciera todo aquello que no vivas aquí y ahora.
Si fuera así yo habría vivido lo necesario, no al completo, pero sí lo suficiente como para escupirle a la muerte a la cara mientras me atrapa. Lo he tenido casi todo, de lo que conservo casi nada.
No pedí nacer para ser moldeado contra lo que soy a base de dureza e inflexibilidad, creando la máscara construida con la mejor de las sonrisas. Nací vivo y con sentimientos, incapaz de disociar mi interior del mundo que me rodea, incapaz de gestionar de manera correcta todo aquello que me hace daño a nivel anímico.
Ahora encierro todo en mi interior bajo llave dentro de algo tan duro como el acero, no necesito sangrar para saber que estoy herido de muerte, ni necesito gritar para demostrar el dolor, así he aprendido a vivir, así soy yo.
Aún así al no escribir sería de alguna manera como morir ahogado en la impotencia, detengo todo pensamiento y descargó el peso de mi alma, de mi mente. Doy rienda suelta a mis deseos de una manera controlada, así evito caer en errores del pasado, de dejarme llevar hasta la autodestrucción. Conozco la manera de dejar de pensar y de sentir, cogiendo mi propio pájaro azul.
Avanzó como algo que no sabe mirar atrás pero que camina de espaldas, que tropieza una y otra vez con una realidad para la que no está preparado, sencillamente no la entiendo, no me detengo en este pantano que es la existencia, donde al estar quieto me doy cuenta de todo lo que me puede salvar de en un lodazal que me traga por mí propio peso, esta todo fuera de mi alcance.
Sólo puedo avanzar cubierto por el barro de las anteriores caídas, eso suma peso extra, seguiré hasta que el propio destino sea el que diga que ya no podré levantarme, cuando el peso me acabe de hundir, pero hasta entonces seguiré avanzando.
Ya lo he dicho, me da igual que venga la carpa a llevarme, porque la espero con la misma frialdad con la que mira ella a mí, incluso puede que hasta me sonría al verla dar ese último golpe de guadaña sobre mí, pero no me verá de rodillas, ni ella ni nadie, no correré a mendigar unos minutos más, solo para que el mundo vea roto que estoy por dentro, como los juguetes de mi infancia, pero al tiempo me siento tan vivo en cada instante que cuesta saber si reír o llorar.
Quizás algún día me pidas que me quite esta máscara que me puse para no alejarte de mí, entonces, y solo entonces, me permitiré el lujo de contarte que ya no recuerdo el último día de haber tenido el corazón intacto, ahora sigue latiendo dentro de mi lleno de cicatrices pero infernalmente vivo desde que te conocí
Te contaré que para mi nunca fue un problema cruzar los océanos del tiempo, a pesar de saber que nunca encontrare ese puerto para anclarme a tu lado.
Podrás ver como me sangra la lengua de morderla conteniendo las palabras, porque el silencio es la garantía de no alejarte, eso a fin de cuentas es lo que prefiero, esa oscuridad extraña a cambio de saber de ti.
Te contaré como raras veces encuentro la paz en mi cabeza, pero a pesar de ello, por pura casualidad, a veces llega en forma de pequeños momentos. Son donde te siento tan cerca, cuando me acaricias, cuando apoyas tu cabeza en mi. Por un momento se detiene el tiempo y me da igual el mundo, me da igual todo. Esos son fragmentos de vida que guardo, grabados en la mente, a esos momentos los llamo paz.
Es todo lo que necesito para no ahogarme en mis propios sentimientos tras una máscara que jamás me verás quitar por capricho, solo cuando tu me lo pidas.Quizás algún día me pidas que me quite esta máscara que me puse para no alejarte de mí, entonces, y solo entonces, me permitiré el lujo de contarte que ya no recuerdo el último día de haber tenido el corazón intacto, ahora sigue latiendo dentro de mi lleno de cicatrices pero infernalmente vivo desde que te conocí
Te contaré que para mi nunca fue un problema cruzar los océanos del tiempo, a pesar de saber que nunca encontrare ese puerto para anclarme a tu lado.
Podrás ver como me sangra la lengua de morderla conteniendo las palabras, porque el silencio es la garantía de no alejarte, eso a fin de cuentas es lo que prefiero, esa oscuridad extraña a cambio de saber de ti.
Te contaré como raras veces encuentro la paz en mi cabeza, pero a pesar de ello, por pura casualidad, a veces llega en forma de pequeños momentos. Son donde te siento tan cerca, cuando me acaricias, cuando apoyas tu cabeza en mi. Por un momento se detiene el tiempo y me da igual el mundo, me da igual todo. Esos son fragmentos de vida que guardo, grabados en la mente, a esos momentos los llamo paz.
Es todo lo que necesito para no ahogarme en mis propios sentimientos tras una máscara que jamás me verás quitar por capricho, solo cuando tu me lo pidas.