Pero en contadas y muy raras ocasiones, una moneda sale defectuosa de fábrica, su valor se dispara, vale muchísimo más que cualquiera de las otras precisamente por su defecto. Nadie la cambiaría por una moneda perfecta, porque estaría perdiendo algo de mayor valor.
De igual manera tu imperfección te hace único, te hace especial a los ojos de quien busca algo diferente y no se conforma con lo mismo de siempre. Te hace especial y único a los ojos correctos ojos.