Dime que no, que te equivocaste, que te precipitaste, pero déjame con estilo, no con una esperanza tan falsa como el beso de Judas.
Guárdate tus mentiras piadosas, guárdate tu compasión, yo te necesito junto a mí y tú me necesitas lejos de ti, pero ambos seríamos sinceros.
Que triste debe de ser mirar a los ojos de alguien que sabes que te adora y mentir diciéndole lo que sabes que no sientes, más triste aun creer que así haces un bien a esa persona que esperara con paciencia tu siguiente paso que nunca llegará, por que todo lo has complicado con palabras que no llevan a ningún sitio.
Déjame con estilo, en silencio, con un último beso y una caricia, porque después tendrás todo el tiempo del mundo, sin ninguna relación a la que enfrentarte, yo sabré que tengo una nueva amiga que jamás me mentiría y con el tiempo puede que aprendas que dejaste escapar a alguien que fue demasiado bueno para ti.