El amor, ese sentimiento tan complejo y a la vez tan simple, no requiere de perfección para florecer. Su verdadera esencia radica en la autenticidad, en la capacidad de ser genuino y real en medio de la imperfección. En un mundo lleno de máscaras y apariencias, la sinceridad en el amor es el faro que guía a las almas perdidas en busca de un refugio verdadero. A veces, en la imperfección y la vulnerabilidad, encontramos la belleza más pura del amor.
Pero en este mundo actual el amor es solo un recuerdo marchito, donde la lealtad y el compromiso son monedas sin valor, un mar de relaciones efímeras y superficiales, donde las palabras se desvanecen en la indiferencia, buscando siempre algo más, ese algo que siempre será insuficiente para el que no busca comprometerse.
En esta era donde el amor está pasado de moda, me convierto en un producto caduco en la mayoría de las mentes, poco más que un objeto devaluado en el mercado de las grandes emociones versus todo lo superficial .
¿cuándo dejo de valer la pena buscar la autenticidad en un mundo tan lleno de superficialidad y desamor?