Quiero confesarte algo, el extraño deseo que ronda mi cabeza desde hace unos días, cuando todo queda en silencio, en eso instante es cuando mis demonios susurran tu nombre para saber si me he dormido.
En ese deseo quiero dormir contigo, acostarme a tu lado, abrazarte, percibirte, sentir tu piel y acariciarte despacio escuchando tu respiración.
Quiero saber lo que es poder dormir a tu lado después de entregarnos al deseo del cuerpo, porque también te deseo en lo carnal, deseo recorrer cada centímetro de la piel deseando que el tiempo se vuelva eterno, ver tus gestos en tus labios mientras cojo tu cintura, oír tu respiración mientras beso tu cuello, quiero hundir los dedos de mis manos en tu pelo. Como deseo ese espejismo y saciar todo el fuego que guardo dentro.
Y después, en el amanecer sentir la fortuna de abrir los ojos y seas tú lo primero que vea, tu olor lo primero que respire, el sabor de tus labios lo primero que pruebe.
Mi deseo es que lo quiero todo.